[Português-Español] INICIOMINISTERIO DE TRANSPORTEAGENCIA NACIONAL DE SEGURIDAD VIALLOS JÓVENES, EL ALCOHOL Y LA CONDUCCIÓN

InicioMinisterio Segurança Nacional TransporteAgencia VialLos juventude, álcool e condução Juvenil, álcool e condução Sexta-feira 15 novembro de 2019 Segurança Rodoviária De acordo com estudos, as crianças menores de 35 anos são mais propensos a beber e dirigir. 3 em cada 10 jovens condutores admitiram ter dirigido sob a influência de álcool. 43% das vítimas rodoviários mortais no ano passado foram jovens entre 15 e 34 anos. 15 de novembro marca o Dia Mundial Sem Álcool, um dia para aumentar a consciência sobre os riscos de dirigir sob a influência de álcool. A Agência Observatory Estrada Nacional de Segurança Rodoviária (ANSV) é o órgão responsável pela elaboração de estatísticas confiáveis ​​que contribuem para a implementação de políticas públicas que melhorem a segurança rodoviária. Desde 2016 foram realizados diversos estudos sobre a relação entre o álcool e de condução. O estudo sociocultural daquele ano permitiu revelam que, enquanto 93% dos ditos condutores de veículos sabem que beber e dirigir aumenta o risco para estrelar um acidente de viação, 20% assumida de ter conduzido um veículo sob a influência de álcool. Este valor equivale a 3 em cada 10 jovens entre 16 e 35 anos. A Organização Mundial da Saúde (OMS) aponta que a condução sob a influência do Espírito aumenta probabilidade de estrelas em um acidente de viação com consequências graves e / ou fatais. Este estado produz efeitos negativos sobre a visão, coordenação e atenção na estrada, causando um estado irreal de euforia e auto-confiança. OMS menciona que os acidentes de trânsito são considerados uma epidemia e afeta principalmente crianças e jovens entre 5 e 29 anos e é a principal causa de morte nesta faixa etária. Na Argentina, 43% do total de mortes devido a acidentes de viação em 2018 pessoas corresponde a entre 15 e 34 anos, e com respeito à ferida, esta faixa etária representa 42% do total. Segundo o Observatório Vial da ANSV, de acordo com um relatório sobre testes de álcool, 9,4% de 48 780 condutores controlados excedeu os limites permitidos de álcool no sangue por lei. O estudo foi realizado entre 2016 e 2018 em 38 municípios em 16 províncias em todo o país e os jovens entre 25 e 34 anos foram os que representaram a maior percentagem de álcool no sangue positiva (12,7%). Por outro lado, o Observatório de Drogas ANSV e Argentina (OAD) de SEDRONAR, realizou um estudo conjunto com base em pesquisas em 32 hospitais públicos da Argentina. O objetivo foi determinar a prevalência de álcool e outras substâncias psicoativas em condutores de veículos entraram estas salas de emergência por causa de acidentes de viação. Os resultados revelaram que 25,1% dos condutores vítimas de desastres consumido uma bebida alcoólica nas horas anteriores. Os motoristas que relataram ter bebido álcool sofreu ferimentos mais graves no rosto, tórax e crânio, das áreas mais vulneráveis ​​do corpo para a saúde. Além do álcool declarativa e outras substâncias psicoactivas, também teve em conta a não-utilização de elementos de segurança (cinto e capacete). Os resultados mostraram que 15,1% dos condutores danificados tinha ambas as condições. Juventude e risco percebido Em 2017 um estudo qualitativo foi realizado para investigar por que os jovens são mais propensos a consumir álcool e, em seguida, dirigindo. A investigação foi realizada com pessoas entre 16 e 30 anos, e isso foi evidenciado entre faixa etária de condução sob a influência de álcool não é uma preocupação. Os resultados mostraram três possíveis razões: por um lado, um sentimento de emergência, ou seja, a suposição "para mim não vai acontecer", uma situação que aumenta a decisão de dirigir depois de beber sob um controle crença falsa a situação. Em segundo lugar, é atribuída ao álcool um papel de fator de inclusão social, próprio hábito de adolescência e encontrado em todos os momentos de sociabilidade. E, finalmente, eles sentem que não serão controlados e / ou sancionado pela condução sob a influência de álcool, como eles percebem a falta de controle, ou melhor, pode facilmente evitar controles.

InicioMinisterio de TransporteAgencia Nacional de Seguridad VialLos jóvenes, el alcohol y la conducción Los jóvenes, el alcohol y la conducción viernes 15 de noviembre de 2019 Según estudios de Seguridad Vial, los menores de 35 años son los más propensos a beber y conducir. 3 de cada 10 jóvenes conductores admitió haber manejado bajo los efectos del alcohol. El 43% de las víctimas viales fatales en el último año fueron jóvenes de entre 15 y 34 años. El 15 de noviembre se conmemora el Día Mundial Sin Alcohol, una fecha para concientizar sobre los riesgos de conducir bajo los efectos del alcohol. El Observatorio Vial de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) es el organismo encargado de elaborar las estadísticas confiables que contribuyen en la implementación de políticas públicas que mejoran la seguridad vial. Desde el año 2016 se realizaron diversos estudios vinculados a la relación entre el alcohol y la conducción. El estudio sociocultural de ese año permitió revelar que si bien el 93% de los conductores de vehículos declaró saber que beber y conducir aumenta el riesgo de protagonizar un siniestro vial, el 20% asumió haber conducido un vehículo bajo los efectos del alcohol. Este valor asciende a 3 de cada 10 en jóvenes entre 16 y 35 años. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que conducir bajo los efectos del alcohol aumenta la probabilidad de protagonizar un siniestro vial con consecuencias graves y/ o fatales. Este estado produce efectos negativos sobre la visión, la coordinación y la atención en el camino, provocando un estado irreal de euforia y seguridad en sí mismo. La OMS menciona que las lesiones causadas por el tránsito son consideradas una epidemia y afecta principalmente a niños y jóvenes de entre 5 y 29 años, y es la primera causa de muerte en esta franja etaria. En Argentina, el 43% del total de las víctimas fatales como consecuencia de siniestros viales en 2018 corresponde a personas de entre 15 y 34 años, y con respecto a los heridos, este rango etario representa el 42% del total. Según el Observatorio Vial de la ANSV, y de acuerdo a un informe sobre controles de alcoholemia, el 9,4% de 48. 780 conductores controlados superaba los límites de alcohol en sangre permitidos por la ley. El estudio se realizó entre 2016 y 2018 en 38 municipios de 16 provincias de todo el país y los jóvenes de entre 25 y 34 años fueron quienes representaron el mayor porcentaje de las alcoholemias positivas (12,7%). Por otro lado, la ANSV y el Observatorio Argentino de Drogas (OAD) de la Sedronar, llevaron a cabo un estudio en conjunto basado en encuestas en 32 hospitales públicos de Argentina. La finalidad era determinar la prevalencia del consumo de alcohol y otras sustancias psicoactivas en conductores de vehículos que ingresaron a esas salas de emergencia por motivo de siniestros viales. Los resultados revelaron que el 25,1% de los conductores siniestrados consumieron alguna bebida alcohólica en las horas previas. Aquellos conductores que declararon haber tomado alcohol sufrieron lesiones más graves en la cara, el tórax y el cráneo, las zonas más vulnerables del cuerpo para la salud. Además del consumo declarativo de alcohol y de otras sustancias psicoactivas, también se tuvo en cuenta el no uso de elementos de seguridad (cinturón de seguridad y casco). Los resultados arrojaron que el 15,1% de los conductores siniestrados presentaban ambas condiciones. Los jóvenes y la percepción del riesgo En el año 2017 se realizó un estudio cualitativo para indagar el porqué los jóvenes son los más propensos a consumir alcohol y posteriormente conducir un vehículo. La investigación se llevó a cabo con personas de entre 16 y 30 años, y se evidenció que entre este rango etario la conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas no representa una preocupación. Los resultados reflejaron tres razones posibles: por un lado, predomina un sentimiento de excepción, es decir, la suposición de "a mí no me va a pasar", situación que potencia la decisión de conducir luego de beber bajo una falsa creencia de control de la situación. En segundo lugar, se le atribuye al alcohol un rol de factor social de inclusión, un hábito propio de la adolescencia y que se encuentra en todos los momentos de sociabilidad. Y por último, sienten que no serán controlados y/ o sancionados por conducir bajo los efectos del alcohol, ya que perciben una ausencia de control, o que bien, podrán evitar fácilmente los controles.